El Gran Despertar nos permite el espacio y el vacÃo. Tanto que incluso la mayor de las tragedias y sufrimientos adquiere la exquisita belleza del árbol solitario del cuadro. Ven a descubrir el tesoro que yace en tu interior. Descubre la alegrÃa y el aprecio siempre presentes que son tu derecho de nacimiento y siempre están disponibles.
El Gran Despertar nos permite el espacio y el vacÃo. Tanto que incluso la mayor de las tragedias y sufrimientos adquiere la exquisita belleza del árbol solitario en un cuadro. Ven a descubrir el tesoro que yace en tu interior. Descubre la alegrÃa y el aprecio siempre presentes que son tu derecho de nacimiento y siempre están disponibles.
La belleza de la pintura del árbol está en el espacio entre las hojas y las ramas. El vacÃo constituye la mayor parte de la pintura y ahà reside su belleza.
Estamos tan ocupados llenando nuestras vidas que la belleza innata se pierde de nuestra conciencia consciente.
La belleza está ahÃ, el espacio está ahà y el vacÃo está siempre presente.Asà que todas estas empresas intentan llenar el vacÃo. Llenar el espacio vacÃo es inútil. Y, en última instancia, aumenta nuestro sufrimiento, nuestra decepción y nuestros deseos. No hay cantidad de adquisiciones o novedades que puedan rascar el picor. ¡Los placeres fugaces, las experiencias, acaban con un splat! Como un tomate maduro lanzado al aire. No hay forma de escapar a la ruptura, la destrucción y la disolución. Es inevitable.
¿Cómo permitir el espacio? ¿Cómo permitir el vacÃo?
¿Cómo estar a gusto sin nada?
¿Cómo estar tranquilo sin saber?
¿Cómo verte sin distracciones?
Gasho, «Bukkai»